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Primera navidad en el Caribe

Ese ultimo trimestre del 73 trajo nuevas experiencias a nuestra vida, que se hizo necesario ajustar y ordenar como familia, como poco, la primera navidad fuera de casa era muy fuerte para todos.  Para peor, antes de estar en Venezuela uno no dimensionaba la distancia -y los costos- de los traslados de Maracaibo a Cumaná por unos pocos días y comprender tampoco estaríamos con ellos fue complicado de asimilar.



Pero necesito rebobinar un poco antes de la navidad, con un par de datos.  En septiembre cumplí mis 12 años y me sentía como si aquello fuera un gran paso.  Ese mismo mes me tocó aceptar con resignación que debía seguir en primaria, por el tema de los calendarios escolares, tuve que ir a 6to mientras Diana y Mariel - y sus amigos – ya estaban en el liceo. 


Podía haberme unido a Lilian y a mi hermana que también estaban en primaria, pero elegí hacerme la superada y en el colegio las ignoraba.  Cosa que no fue fácil teniendo en cuenta que el “Colegio” era una pequeña casita acondicionada en el centro de la ciudad, hoy me enternece el escudo de “Hogar Azul”, pero en aquel momento me parecía muy cursi.


Con esa misma actitud me “defendía” de lo rara que me sentía en un salón donde todos habían hecho toda la primaria juntos, ya estaba a punto de volver a mi cruzada de “adaptarme a todo a toda costa” cuando se incorporó una “salvadora” al salón. Sarita era una chica de Caracas que venía de vivir un año en Mexico , Ambas sufríamos del mismo síndrome de grandeza que nos daba el escaso año de edad de diferencia con los compañeros y eso nos unió.

Encontré un punto de apoyo a la adaptación, pero en realidad todo esto sumaba presiones,  porque en el fondo yo sabía que lejos de tener la madurez de esta chica que venía de dos grandes capitales,   yo venía de la capital  más chica de Latinoamérica ,aunque tal vez ella no lo notó.




Yo tenía un secreto que me liberaba de toda presión: la clase de música.  De antemano te aclaro que soy “sorda como una tapia”, (algún día voy a averiguar de donde viene ese dicho) así que no va por cantar, sino porque ahí conocí el Vals venezolano.  En mi mente ese género pertenecía a la clásica europea y tenerlo tan cerquita, con letras que aprendí de memoria hasta hoy , como “Sombra en los Médanos”, me elevaron a lugares secretos , a cantar en la ducha y a muchas inspiradas cartas a Lupita. Sigue siendo mi favorita y digo que era mi secreto porque no podía admitir que nada me gustaba de estar en un cole de “nenes”.


Cuando se fue acercando la navidad el profe de música fue incluyendo Aguinaldos y Villancicos, no puedo decir que me gustaban tanto como los vals, pero me alegraban como las Gaitas zulianas, me emocionaban y lograron calmar mi nostalgia por mi querida música de protesta que era sentida, era culta, pero convengamos que era triste -Salvo Serrat- rey de reyes, je.


Hasta que llegó Diciembre  y  como les decía, en la previa estábamos medio bajoneados todos. Pero, acercándose la fecha, una vez más, “RochAngeles al rescate”, fue una navidad espectacular, llena de novedades que tal vez para los venezolanos eran “normales” , a mi me impactaron así:


Cumaná, 03 de enero de 1974


Querida Lupita: ¡Feliz año nuevo! 

Hoy hace un año que llegué y he vivido tantas cosas que parecen muchos años.

Acá la navidad es muy distinta, no hay vacaciones largas, pero hacen muchas cosas.

Desde el 1 de diciembre empiezan a arreglar las casas y los comercios con muchas luces de navidad, arboles y pesebres. En la casa de las chiquilinas ponen luces en el pino del jardín, pero también hacen el pesebre, la mayoría de las casas hacen pesebres, porque no esperan a Papá Noel, acá vine el Niño Jesús, entonces el bebe Jesús permanece oculto hasta la noche de su nacimiento. Y donde hay niños chicos los regalos los esconden hasta que nace el niño.  

No festejan Reyes, pero los ponen en los pesebres, y los van acercando al niño.



Los primeros días del mes se juntan en las casas para hacer esa comida que te conté que se llama Hayaca , cuando yo las probé el año pasado estaban hechas hace días, pero ahora las vi hacer en lo de las Rocha. Es un trabajo de familia y dura casi dos días:  cocinando el guiso, la masa de maíz molido, las hojas del plátano, el adorno, el armado, un laburo bárbaro.  Por eso se juntan muchos para hacerlas , a mí me tocó lavar hojas de plátano, cortar los hilos y cosas así.  Hicimos como 100 porque se comen en casi todos los días de navidad y se hacen intercambios entre familias, son como ofrendas.  Se que te hice un resumen muy resumido, es raro , pero en serio es riquísimo ( bueno , ya sabés a papá no le gustan no se que le dieron de comer).


Otra experiencia insólita de navidad:  los fines de semana desde el 01 comienzan las patinatas en una avenida que se llama Gran Mariscal, (donde vive Luisma) la cierran a los coches por unas horas y todos los jóvenes salen en patines de ruedas. Yo hice dos intentos y me caí. Menos mal que mis compañeros de cole no estaban cerca, si no quedaba pegada!



También cantan Villancicos, pero no como los que cantaban los vecinos yankis, estos son en español de acá, y otros que llaman Aguinaldos y dan serenatas, con la guitarrita que es el Cuatro. Es como todo un mes de fiesta por el nacimiento de Jesús y por el fin de año.

A la media noche del 24 hacen una Misa del Gallo en la iglesia, nosotras no fuimos,  porque Jorge es como papá con la iglesia, pero la gente de acá , va.

El día de Año nuevo hay una fiesta en el Hotel Cumanagoto que va todo el mundo, pero no nos dejaron ir porque dicen que la calle es peligrosa por los borrachos manejando, pero igual las chiquilinas invitaron algunos amigos y hubo música y baile, nos quedamos a dormir ahí, por lo mismo de los borrachos manejando.


Estábamos tristes por ustedes, por todos los de allá, hasta a papá le costaba disimular, porque tampoco pudimos ver a Lore, Hugo y los tíos.  Mamá estaba contenta porque vendió muchos regalos en el negocio donde trabaja, pero la vi lagrimear cuando hablamos con Uma por teléfono.  No sé si ellos se divirtieron tanto como nosotras, pero no la pasaron mal.

Yo pensaba que podía ser una navidad triste, pero fueron muchos días de emociones y cosas alegres: patinatas, playa, comilonas, serenatas, luces, regalos. y más playa ..!!!


¡Abrazo de año nuevo!



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