Ese es el techo de mi casa, por ahí el sol entra en pila en verano y en invierno se pelea con las nubes, este invierno ha ganado más de lo esperado.
Ayer anunciaron tormenta para la tarde, buena noticia por la sequía que nos agobia, pero mis miedos salen porque aun mi techo requiere las reparaciones de la tormenta pasada y como que me fui contagiando de ese típico “si tuviera” de los pensamientos materiales inútiles.
Mi día se cortó de pronto con una linda foto de mi prima Diana y su familia, pero el texto indicaba que su querido esposo había muerto .Sentí una ráfaga de dolor, no puedo decir que éramos muy cercanos pero reconoces a leguas cuando alguien es una persona como César, cuando ves una pareja como Diana y César, o una familia como la de ellos y sientes que duele, que esa ausencia deja huella inclusive en tu propio recuerdo.
Me comuniqué con su hermana Lili y me dio detalles de este tormentoso año que pasé sin comunicarme con ellos, me habló de su propio proceso y sentí vergüenza: la última vez que hablamos estaba por venir a Uruguay y yo nunca escribí para ver qué había pasado, estaba tan metida en mi mundo que cuando me acordaba no encontraba el tiempo.
Tuve, o tengo, la necesidad de darles un abrazo a estas personas tan importantes en mi vida, que son mis primas no por la sangre sino por los afectos que me dieron cuando más lo necesitaba y ni siquiera lo comprendía del todo, solo cuando miras lo duro que puede ser el exilio, te das cuenta que el tuyo, con todo lo que dolió, fue fácil, gracias a ellos.
En algún punto nuestras vidas se distanciaron, pero quedó un lazo importante, ese Saber con Certeza que estamos mutuamente ahí, como si el tiempo no hubiera pasado, a un toque.
Hoy aún no he encarado a Diana, siento que no puedo expresar de manera oportuna lo que vi en su familia, la mayor cualidad en mis valores personales: Autenticidad y verdadero Respeto por el otro. Puede sonar tonto, pero sentí que César, estaba entrenado para estar con su familia desde cualquier lugar del cielo y ellos le seguirán sintiendo, aun cuando el dolor a veces les nuble.
No tengo palabras que les sirvan realmente, solo puedo agregar que el sol ayer entró improvistamente, justo antes de la lluvia, como para marcar ese especifico recuerdo durante los próximos días de tormenta y decirme que mi único problema real es resolver como Doy Todos los Abrazos que necesito Dar, y para eso, el clima no es determinante.
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